sábado

Todos vivimos dentro de una coraza, algunos salen de repente y se muestran sin miedo a nada, otros, temerosos en cambio, prefieren taparse con ella y seguir para que nada los lastime y capaz, pobres, no se dan cuenta que así les duele más. Hay que aceptar lo que somos y batallar contra nuestras miserias y crecer y creer cada día más, porque somos dueños de nuestros destinos y quienes decidimos sobre si queremos que este sea el mejor o el peor día de nuestras vidas!

Entendí que lo mejor que nos puede pasar es vivir sin culpas, ni cargas, es vivir sin cosas pasadas que nos llenen de ese miedo idiota a saltar a probar o que nos encierren en callejones. Aprendí que el orgullo excesivo solo me lastima a mi porque me muerdo la lengua y no puedo mostrarme como realmente quiero, no puedo mostrar que me duele, que estoy cansada o que simplemente tengo que dejar ir... No entiendo como pude en tantos años aprender tan poco y en tan poco tiempo aprender taaanto. Me caí millones de veces y siempre guardé una cuota de veneno por si las dudas hasta que un día me pregunté si valía realmente la pena envenenar mi ser con esto, si realmente era necesario sentir así para ser más fuerte y no, la verdad es que no, no es ni necesario, ni vale la pena porque se puede ser fuerte siendo conciente de tus debilidades sin tener la necesidad de crearte nada contra nadie, sin la necesidad de un refugio contra todo. Está bien que a veces se necesita de uno para tomar impulso, por eso es que nos encaparazonamos todo y buscamos la mejor respuesta de la persona que más nos conoce: NOSOTROS MISMOS... Pero no hace falta cerrarse y generar una imagen nuestra que realmente no somos...
Hay que ser y dejar ser a todo lo malo y enfrentar y ser sinceros realmente cuando nos confrontamos con nuestros pasado más pisado y con nuestro presente más real para así poder sacar de raíz cada espina y seguir. No importa que digas que no duele, vos sabés que en el fondo todavía te hacen ruido tantas cosas... 
Creamos en nosotros y saquemos para afuera lo que nos consume, al fin y al cabo solo gastamos horas de pensamiento interno en cosas que ya podrían haber sanado hace tanto tiempo...
Lo peor mentira es la que nos hacemos a nosotros mismos, de eso no hay que olvidarse jamás y ser sinceros frente al espejo nos va a ahorrar tantos quilombetes porque esa sinceridad nos va a ser libres y plenos y les puedo asegurar que en la plenitud van a encontrarse más vivos y ustedes que nunca...
No cortemos NUNCA las alas de nuestra imaginación.



Habrá que si esto no debió haber sido,
¿Por qué le encuentro sentido a que haya una y otra vez?

Habrá que desempolvar el disfraz de valiente y salir a tropezar.
*La sensación de darle rienda suelta al corazón sin una previa vuelta*

Si vas a chocar mejor bajar, 
MEJOR BAJAR UN CAMBIO.