Todos vivimos dentro de una coraza, algunos salen de repente y se muestran sin miedo a nada, otros, temerosos en cambio, prefieren taparse con ella y seguir para que nada los lastime y capaz, pobres, no se dan cuenta que así les duele más. Hay que aceptar lo que somos y batallar contra nuestras miserias y crecer y creer cada día más, porque somos dueños de nuestros destinos y quienes decidimos sobre si queremos que este sea el mejor o el peor día de nuestras vidas!
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