viernes

Yo aprendí a ser feliz y aún estando moribundo sonreí.



Yo ya aprendí, ya pequé, ya caí, ya lloré. Hoy no quiero más, no quiero hoy, ni mañana, ni pasado el mismo cantar. Me la jugué, puse todo de mi, muchas veces perdí, pocas gané. No quiero. No quiero. No quiero. Es hora de entenderme A MI. Haciendo un repaso, un brevísimo repaso solo aparecieron llantos, noches llenas de veneno, tristes días inacabables, momentos incomodísimos, más llanto, más tristeza y sobre todo DESILUSIÓN, la GRAN y ESTÚPIDA DESILUSIÓN.
Ya dejó de existir el vil contraste entre Payasos y Dictadores. No puedo amar a un general, mi casa no quiere ser de concreto y mis armas ya no son de fuego, ergo, RENUNCIO.-

Por fin no debo más que lo que va a venir.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario