sábado

Alguien dijo alguna vez que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si el se va se debe cuidar de nosotros porque le declararemos el odio y la guerra pero al final suele pasar que el odio es bastante aburrido porque además no se lo cree nadie. Quiero decir que a el no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspasé porque no se siente culpable. 
Así que al final uno decide olvidar y seguir para adelante, seguir en el camino y la búsqueda, hacerle paso de lo que nos han dado y quedarnos con lo bueno y tirar lo malo. ÉL crecerá, se casará y tendrá hijos, será el hombre responsable que todos quisieran y quizá yo también, no lo sé. La ciudad seguirá imparable, frenética y nosotros perdidos en ella buscando quién sabe qué, yo que sé que será de nosotros...


Ismael Serrano.

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