lunes



Y entre besos y abrazos voy bailando, voy creyendo. El frío en la piel, el miedo de caer y las ganas de gritar ya no son un problema. Me voy, confiando en la parte que dice que vas a quererme por siempre. Pero pasado el tiempo, ¿Qué pasa? ¿Me caigo? ¿Me desplomo? ¿Hace falta? ¿Está bien? Ni yo sé quien soy. Voy anesteciando razones para creerle al corazón...
Cuando me das la mano, cuando decís quererme mucho, cuando en una cama me abrigás y me hacés sentir única, cuando en la intemperie aún me siento cubierta de todo mal, ahí es cuando caigo y me deslizo hacia vos, hacia tus caricias a veces engañosas y lo disfruto y el masoquismo me toma por sorpresa y me hace ver que cada lágrima no es una daga sino un beso. Entonces lloro y me quejo y me destruyo, pero SIEMPRE termino volviendo.


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